Fuente: Ideal.es | Juan Enrique Gómez
La empresa granadina Cervezas Alhambra ha tenido que reorganizar su actividad para poder cumplir con el incremento de producción que necesita en esta época del año. La apertura de un expediente sancionador por emisiones de contaminación acústica, es decir por ruidos molestos, por parte de la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha provocado que la empresa cierre sus actividades nocturnas de producción y embotellado de once de la noche a siete de la mañana. El expediente se debe a las molestias que la actividad nocturna producen a los vecinos de los edificios que se encuentran junto a la fábrica, situada en pleno corazón de la ciudad. La empresa, según el portavoz del grupo Mahou-San Miguel, decidió tomar la iniciativa y paralizó la actividad en ese horario desde el pasado día 11 de julio. «La comunicación de la Junta llegó el día siete y tomamos la decisión de forma inmediata, además de continuar con los trabajos de instalación de medidas de protección acústica».
La Junta de Andalucía aprobó a finales del pasado mes de junio incoar un expediente sancionador contra la empresa, después de comprobar que los niveles de emisiones sonoras rebasaban los límites permitidos por la legislación andaluza en materia de ruidos. En la resolución de la Delegación de Medio Ambiente, los técnicos indicaban que «ante la gravedad de la contaminación acústica registrada en las viviendas evaluadas y con el objetivo de la salvaguarda del descanso nocturno de los afectados, propone como medida provisional inmediata y urgente, la clausura temporal y parcial de las instalaciones, exclusivamente en horario nocturno, de 23.00 a 7.00 horas». El informe de los técnicos llevó a que el delegado de Medio Ambiente, Francisco Javier Aragón, tomase el acuerdo de iniciar de oficio un procedimiento sancionador contra Cervezas Alhambra.
El problema viene arrastrado desde hace años. La mayor demanda que se produce de cara a la primavera y el verano implica la necesidad de producir más cerveza y por tanto no se pueden parar las máquinas. Los vecinos formularon una queja al Ayuntamiento, que respondió que la competencia para empresas de este tamaño es de la Junta de Andalucía.
Cervezas Alhambra es consciente de que la producción y los equipos, algunos de ellos especialmente antiguos, pueden generar problemas de ruidos, por lo que ya en el mes de mayo iniciaron los trámites para instalar pantallas acústicas que evitasen los ruidos hacia las viviendas. Para ello solicitaron permisos al Ayuntamiento.
Las primeras mediciones realizadas por los técnicos de la Junta de Andalucía superaban los niveles permitidos. Ahora, tras la instalación de varios sistemas de protección e incluso de aislamiento de algunos de los equipos técnicos de extracción de aire y mejora de compresores, los técnicos han vuelto a realizar mediciones, pero según fuentes de la Delegación de Medio Ambiente, están a la espera de analizar los niveles registrados durante la pasada semana, y para los próximos días podrá haber una decisión y saber si los niveles sonoros han vuelto a la normalidad o aún superan los límites permitidos.
Según las denuncias de los vecinos y las comprobaciones realizadas por los técnicos de la Junta, son tres los focos de contaminación acústica: la salida de aire de extracción sobre la nave que hace esquina con la avenida de Pulianas; ruidos secos, como explosiones, debidos a la salida libre de aire de compresores en los silos de acero inoxidable que se encuentran en el patio; y los trabajos de producción que se realizan en una de las naves situadas frente a las viviendas.
Soluciones
El problema ha intentado ser solucionado por parte de los responsables de Cervezas Alhambra. De hecho, desde que se supo que los sistemas de extracción de aire provocaban ruidos, se instaló un sistema temporizador que desconecta la extracción a las once de la noche. En la nave de embotellado, que funciona también de noche, se colocaron paneles de aislamiento en los muros que se encuentran más cercanos a las viviendas. La preocupación es máxima por parte de la empresa, que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para acabar con el problema. «También nosotros hemos realizado mediciones de ruidos y queremos que se hagan unas conjuntas para comprobar la realidad de las emisiones y su alcance». La empresa está a la espera de la decisión final de la Junta y, por el momento, ha reordenado sus tres turnos de trabajo, para dejarlos en dos y no afectar a los trabajadores de la compañía.

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Oficina de Ingeniería Acústica, domótica y telecomunicaciones

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